Es importante que el niño/a quiera vivir esta experiencia voluntariamente, que sea un decisión consensuada y no impuesta, así que hazlo parte del proceso, revisen juntos los lugares, escuchen sus puntos de vista y sugerencias, esto hará mas emocionante su aventura.
Debes saber qué le gusta o preguntarle, identificar su grado de actividad, es decir, si corre, salta y socializa, o por el contrario es tímido y perezoso, su edad (entre los 7 y 9 años es la mejor etapa) y qué tan independiente es; entre otros rasgos que los ayudarán a escoger el lugar correcto.
Si es la primera vez que tu hijo/a irá a un campamento, sale de casa, son muy pequeños o el presupuesto no es tan amplio, lo recomendable sería una semana, sin embargo, para vivir una experiencia completa y enriquecedora lo ideal serían 15 días, debido a que les permitirá conocer mejor a sus nuevos amigos, y desarrollar habilidades más complejas.
Aunque muchos padres tienden a pensar que una menor distancia es favorable ante cualquier situación de emergencia, esto no es relevante, pues si ocurriera algo al niño el personal encargado está capacitado para resolverlo, y determinar el tipo de asistencia, ya sea médica o psicológica. Lo ideal es que haya confianza y contacto con los responsables del summer camp..
Diversión, juegos y amigos
Mejorar la convivencia y capacidad para relacionarse
Conexión, respeto y cuidado con la naturaleza
Ganar seguridad en sí mismos y autonomía
Saber cómo solucionar conflictos sanamente
Aprender idiomas, se encontrarán con niños de diferentes partes del mundo
Acondicionamiento físico
Desconexión de la tecnología y distractores
Trabajo en equipo
Recuerda que los más importante es que todos estén de acuerdo con disfrutar esta experiencia, que haya tranquilidad, confianza y disposición, esto garantizará que sea un suceso memorable para la familia.